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MICROEXPRESIONES FACIALES

MICROEXPRESIONES FACIALES

¿Está la verdad escrita en nuestras caras?

Nos pasamos el día leyendo caras, desde que nos levantamos hasta que nos vamos a la cama, intentando interpretar las reacciones de los demás a lo que les decimos y proponemos, buscamos chequear si nuestro mensaje ha llegado, si se ha entendido, si están de acuerdo, intentamos adivinar en las caras de las personas con las que interactuamos sus reacciones ante nuestros mensajes. Cuando nos cuentan algo, ya sea en nuestro ámbito profesional o personal, nos asomamos a los ojos de la otra persona para valorar si su mensaje es sincero, como si las palabras por si solas no tuvieran la credibilidad suficiente. ¿Cuántas veces hemos juzgado a alguien por decirnos algo sin mirarnos a la cara?¡Qué diferente suena un “cuenta conmigo para lo que necesites” cuando te miran a los ojos al decírtelo de cuando apartan la mirada! Lo queramos o no, seguimos buscando y necesitando la confirmación de los mensajes a través de los gestos del lenguaje no verbal, si hasta hemos inventado los emoticones, esos sustitutos pobres de nuestras caras, para humanizar nuestros mensajes de texto.

Nuestras caras son un instrumento tan extraordinario de comunicación que no podemos permitirnos no dedicar el tiempo necesario a aprender a entender y a interpretar lo que dicen.

Existen más de 10.000 expresiones faciales diferentes según los datos obtenidos a partir del trabajo de Paul Ekman, uno de los mayores expertos a nivel mundial en microexpresiones. La mayoría de estas expresiones no significan nada, pero parece que existen al menos 26 variantes de siete emociones que son universales en cualquier rincón del planeta, y me atrevería a afirmar que con sólo saber identificar estas siete emociones tu vida puede dar un cambio radical.

Nuestra cara es la pantalla en la que se proyectan nuestras emociones. Nuestro cerebro límbico o emocional, el proyector, está directamente conectado con nuestros músculos faciales, de modo que cada una de las emociones que sentimos se refleja de forma automática e inconsciente en nuestra cara.

Paremos un momento antes de seguir adelante porque, como los movimientos de la cara, estamos yendo demasiado rápido. ¿De qué hablamos cuando hablamos de microexpresiones faciales? Si no quieres perderte lo que pasa en la cara de la persona con la que hablas no parpadees, ya que se trata de movimientos muy rápidos y sutiles de los músculos faciales, tan rápidos que duran menos de medio segundo y se producen de forma inconsciente cuando sentimos determinadas emociones.

Felicidad, asco, ira, tristeza, sorpresa, miedo y desprecio. Siete emociones que asoman a nuestras caras con
códigos propios que pueden aprenderse e identificarse en menos de dos horas.

¿Te imaginas poder detectar de un solo vistazo en una conversación si la persona con la que hablas siente felicidad al escuchar tus palabras o desprecio enmascarándolo con una falsa sonrisa? La diferencia a nivel visual es muy sutil, pero el significado entre un gesto y otro podría marcar la diferencia entre un matrimonio feliz o acabar con un divorcio. Según Gottman, psicólogo especializado en predecir el futuro en las relaciones de pareja, le bastan 15 minutos de una conversación grabada para descubrir en los gestos si la relación tiene futuro o va a acabar en los juzgados. Si queremos mantener a nuestra pareja, o incluso a nuestros empleados y clientes, nos conviene saber detectar a tiempo microexpresiones de asco y de desprecio, mucho más peligrosas que las de ira.

Cuando experimentamos una emoción básica el mensaje correspondiente es enviado automáticamente a los músculos de la cara. Puede que no te de tiempo a verlo o que veas algo, pero no sepas identificarlo, pero el mensaje siempre estará allí, a veces sólo una fracción de segundo. Para bien o para mal, es la manera en la que hemos sido equipados por la evolución para mostrar nuestros sentimientos auténticos.

Ekman afirma que no hay ningún don mágico que le permita a él o a cualquier otro detectar estas microexpresiones, se trata, como tantas otras veces, sólo de un problema de práctica, y esta es la buena noticia, no estamos ante una habilidad difícil de adquirir. Y si esto es así ¿por qué no hay más gente aprendiendo a detectar microexpresiones? ¿Por qué algo tan sencillo de aprender y a la vez tan práctico no nos lo enseñan desde pequeños en los colegios? ¿Hasta qué punto mejoraría nuestra empatía y nuestra inteligencia emocional? ¿Cómo mejorarían nuestros equipos comerciales si aprendieran a leer lo que está detrás de las caras de sus clientes cuando les presentan sus propuestas? ¿Cuánto aportaría en las selecciones de personal saber detectar e identificar las emociones inconscientes de los candidatos y las incongruencias entre lo que nos dicen y lo que sus caras muestran?

Todos absolutamente tenemos el potencial para aprender esta clase de percepción. Esta clase de intuición es sólo producto del deseo de aprender y del esfuerzo.

Por otra parte, está demostrado a pesar de lo que cada uno de nosotros creemos, que la mayoría de nosotros no somos buenos leyendo caras, creemos que no necesitamos un esfuerzo extra para aprender esta habilidad. Cuando estamos con alguien creemos lo que queremos creer y no lo que las caras nos muestran porque nadie nos ha enseñado todavía a interpretar estos movimientos y sus significados.

davidcru

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