¿Cuáles son tus barrotes?
Una mona nupcial espulga tiernamente
al chimpancé que trama su próximo adulterio
cuatro hienas giocondas se sonríen
y las hormigas trepan sobre el oso hormiguero
al camello le pican las jorobas
sueña el lirón que está durmiendo
un águila imperial y revuela
en la jaula gigante que es ahora su imperio
el áspid vive henchido de cleopatra
el cándido hipopótamo desplaza su universo
el león ya no ruge / carraspea
y abandona sus viejas glorias en el estiércol
el elefante añora el bazar de su fama
la cierva mira irónica las astas de su ciervo
la espléndida jirafa es un lugar común
a nadie le interesa la esbeltez de su cuello
los avestruces odian al vecino ñandú
ese pariente pobre / ese remedo
los pingüinos / conscientes de su alcurnia
son plenipotenciarios del invierno
en su laguna verde / silenciosa e inmóvil
cocodrilos circulan como balsas de cuero
los delfines se burlan de la y la muerte
pende en su ergástula el murciélago
y el homo sapiens / solo / entre tantas criaturas
finge creer que el mundo es apariencia y juego
a pesar de que sabe que hoy y mañana y siempre
lamerá sus barrotes como otro prisionero
Mario Benedetti
Elevar la conciencia del cliente, uno de los fundamentales del coaching, no hay duda, lo podemos hacer con preguntas, pero ¿y si buscamos un poco y le añadimos además un poco de poesía?
Y en cuanto a ti… ¿qué finges creer a pesar de lo que sabes? ¿Cómo has decorado tu prisión para ocultártela a ti mismo?
Quizás sólo somos animales de lujo empujando calle arriba nuestras jaulas de oro.
Jaulas sin puertas ni cerraduras que sin embargo nos tienen atrapados, y de las que no escapamos, sencillamente, porque creemos que no podemos…